Díaz: "En el grupo ahora me dicen goleador"

DOS GRITOS. El uruguayo convirtió su segundo gol en el torneo, otra vez de pelota parada

El uruguayo contó cómo lo chicanean sus compañeros puertas adentro del vestuario luego de convertir su segundo gol en el torneo. El defensor destacó la capacidad del plantel para evitar que lo afectara la polémica en torno a una salida de los jugadores.


Con el del sábado, Juan Manuel Díaz acumuló dos goles en lo que va del torneo y se posicionó como uno de los máximos artilleros del plantel, junto a Fernando Cavenaghi y Rogelio Funes Mori. Ni más ni menos. Por eso, en la intimidad del grupo, no faltaron las gastadas para el uruguayo, que hizo de las pelotas paradas su arma letal.

"En el grupo me están diciendo goleador, je. Pero la realidad es que tenemos muy buenos ejecutantes de pelota parada y eso a uno le facilita saber a dónde tiene que ir a buscarla. También trabajamos mucho con pelota parada, así que es un premio a eso, a una cantidad de cosas que hacemos durante la semana, de trabajo y de saber en dónde tenemos que posicionarnos. Estamos contentos por eso y esperemos que vengan muchos más", se entusiasmó Díaz.

Aunque fiel a su humildad, el defensor no pudo evitar destacar el trabajo del equipo en general en medio de un partido que tuvo una previa repleta de críticas y rumores. "El triunfo descomprime, porque habíamos bajado el rendimiento futbolístico y en este partido lo recuperamos. También sirve para trabajar más tranquilo, porque acá empatás un par de partidos y empiezan a hablar cosas que nada que ver. Así que este triunfo sirve para trabajar tranquilo y disfrutar", explicó.

"Sobre lo que se dijo en la semana, tratamos de no darle mucha bolilla para enfocarnos en lo que era el partido del sábado, y creo que funcionó. Estuvimos con la cabeza enchufada en el partido y los otros temas que hubieron no nos separaron de eso", valoró el uruguayo, no sin explicar el por qué de ese penal que pudo haber condicionado el rumbo del encuentro ante Gimnasia.

"Fui a trabar abajo con Casco y le quedó de vuelta a él. Pateó, Chichi dio el rebote y salí enceguecido. Cuando llegué, llegué tarde y lo toqué. Dije 'no, mirá la macana que me mandé', pero por suerte Chichi la salvó, porque si Gimnasia metía el penal, capaz su planteo iba a pasar por replegarse, cerrar los espacios y se nos iba a ser más difícil", señaló.