Afortunadamente, si hay algo que logró impregnar Juan José López en el plantel de River es la conciencia sobre la situación que se vive. Y a pesar del mal juego expresado en el campo ante Tigre y en otros encuentros, se apreció un conocimiento generalizado sobre el difícil momento, algo que no se había conseguido del todo en etapas anteriores.
Mañana, River recibirá a Huracán en el Monumental. El rival viene de un certamen muy opaco y, a pesar de la incorporación de algunos jugadores, parece no contar con armas suficientes como para hacer demasiada fuerza. Sin embargo, a River nunca le fue bien cuando se confió, y menos en un duelo en el que se disputan más de tres puntos.
Actualmente, River se encuentra cuatro puntos por encima del conjunto de Parque Patricios en la tabla del descenso. Esta situación era completamente adversa un año atrás. ¿Por qué? Antes del inicio del Apertura, Huracán sumaba once unidades más que River en los promedios. Pero el descuento de puntos se fue dando sigilosamente.
En la segunda fecha de aquel torneo, River visitó el Tomás Adolfo Ducó y derrotó 1 a 0 a Huracán con gol de Facundo Affranchino. Triunfo clave. Pero la remontaba no terminó allí: el club de Núñez obtuvo 15 puntos más que su rival en el campeonato y, de esa forma, logró salir de la zona de promoción, superando al “Globo” por esos cuatro porotos vitales que hoy se mantienen.
El panorama es un tanto más claro que hace seis meses, pero todo hincha del más grande espera con ansias la finalización de una situación negativamente histórica. Gimnasia perdió y Olimpo ganó. Todo importa. Pero más el juego de mañana, en el que no hay que escatimar sudor y en el que no se tolera otro final que no sea el victorioso.
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