El Millonario venció 1-0 a Quilmes, en el Centenario, y sumó su segunda victoria consecutiva. El tanto llegó por intermedio de Paulo Ferrari, tras una espectacular jugada colectiva. En la segunda parte, el equipo bajó el nivel de juego, aguantó de la mano de Juan Pablo Carrizo y se quedó con los tres puntos.
River mostró dos caras en el Sur. En el primer tiempo, se llevó por delante a Quilmes, se puso en ventaja y controló como quiso las alternativas del partido, pero no supo definirlo y casi le cuesta caro, como tantas veces se vio en los últimos tiempos.
Un párrafo aparte para el gol. En una de las mejores jugadas colectivas del ciclo de Juan José López, con toques en velocidad y a pura precisión, Erik Lamela quedó cara a cara con el arquero rival, se la picó y Paulo Ferrari la empujó sobre la línea, para desatar el festejo de los hinchas que coparon el Centenario.
Ya en la segunda parte, inexplicablemente, River se dejó acorralar por un Quilmes muy básico, que por algo está muy cerca de descender a la B Nacional, y se salvó del empate por las buenas intervenciones de Juan Pablo Carrizo, seguro y atento como siempre. En ataque, sólo generó algunas jugadas de contra, pero muy nebulosas.
Con este triunfo importantísimo, el Millonario se subió a los primeros puestos del Torneo Clausura, sigue tomando distancia en los promedios y se acerca a la clasficación a la Copa Sudamericana. Ahora, será tiempo de festejar y, desde mañana, comenzar a pensar en Banfield.
Fuente: La Página Millonaria.

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