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| PRIMER PASO. River arrancó con un triunfo en su regreso al Monumental. |
River le ganó por 1-0 a Chacarita en el primer paso de su regreso a Primera, donde tuvo algunos pasajes de buen fútbol, pero por sobre todo demostró temperamento. Además, de la mano de un Chori Domínguez tan enchufado como cuando se fue, hasta pudo ganar por una victoria más abultada. Pasó el debut, falta un partido menos.
Atrás quedaron 51 días de dolor, los primeros de tantos otros que seguirán cargados de bronca, reclamos y una eterna incredulidad ante un golpe irreversible. Un golpe que nos marcó como ningún otro y que nada, ni siquiera el correr del tiempo, va a poder mitigar. Pero la pasión por River no entiende de categorías ni tampoco se detiene, por más que se trate del peor momento de nuestra historia.
Por eso este debut ante Chacarita generó la expectativa que generó. Fueron casi dos meses de una ausencia agónica, aún cuando jamás quisimos que este partido existiera. La necesidad por volver a ver a River fue tal, que no hubo horario, jornada laboral, tormenta, restricción de hinchas o inhabilitación de tribunas que impidiera un Monumental desbordado por la pasión de su gente.
Entonces, cuando el equipo saltó a la cancha, no llamó la atención que por todo Núñez tronara el clásico "esta campaña volveremos a estar contigo". Se trataba del reencuentro de los hinchas con la camiseta, esa que volvió a pisar el Antonio Vespucio Liberti por primera vez desde aquél 26 de junio en el que dio una vuelta al mundo signada por el desprestigio. Otra vez, ahora con Matías Almeyda como técnico, La Banda volvía a presentarse ante su gente.
Y lo hizo con creces, porque a los cinco minutos del primer tiempo, River ya ganaba por 1-0. A través de una jugada preparada, el Chori Domínguez jugó un córner corto con Carlos Sánchez, el uruguayo metió el centro al corazón del área y Juan Manuel Díaz entró a la carrera para marcar el primer tanto millonario en la B Nacional. A partir de ahí, el conjunto de Núñez se soltó, dejó a un lado la herencia de los 9 partidos sin victorias de la temporada pasada y jugó los siguientes 40 minutos como lo que es, un equipo de Primera.
Sin embargo, las más claras llegaron en el complemento, de la mano de un Chori enchufadísimo con su regreso al Monumental: jugó, asistió, presionó y recuperó hasta quedar exhausto. Sólo le faltó el gol para coronar una noche estupenda. Tal como a River le faltó ampliar la diferencia para no sufrir ciertos sobresaltos con los centros a Páez y compañía. Ahí, y sólo ahí, los dirigidos por Almeyda pusieron en riesgo la victoria. Después, el equipo apeló a una actitud que hacía tiempo no se le veía y terminó asegurando el resultado. El primero de los 37 que quedan.

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