La carrera de un gladiador

Matías Almeyda fue designado como nuevo técnico de River y, en consecuencia, terminó definitivamente su trayectoria como jugador profesional. La Página Millonaria repasa toda su vida en el campo de juego.


Llegó desde Azul con la intención de triunfar en Núñez y supo desde joven lo que era el sacrificio y la garra. No sólo porque tuvo que vivir bastante lejos de su pueblo, sino también porque fue empleado del club y en tareas vinculadas al mantenimiento y la limpieza. Por eso el Pelado conoce cada rincón del Monumental como pocos y, seguramente, extrañará la sensación de ponerse los botines para calzarse la camiseta número 25 y salir a dar batalla, como lo hizo hasta el último minuto en Córdoba.

Debutó el 21 de febrero de 1992, cuando Daniel Passarella era el técnico y le dio un lugar en el 2-1 sobre Unión. Esa fecha quedará grabada en la cabeza de Almeyda, tanto como el día de su último partido, el 22 de junio de 2011, en Córdoba. El Pelado -tal como a lo largo de toda su carrera- dejó todo y recibió la quinta amonestación que le impidió despedirse en su casa. Sin embargo, ese detalle no pudo opacar una carrera exitosa. Con la banda roja, el ahora ex volante obtuvo tres veces el Apertura (1993, 1994 y 1996) y la Copa Libertadores de América en 1996.

De Núñez partió rumbo a Sevilla para su primera experiencia europea. Allí, jugó 28 partidos y en la temporada siguiente fue transferido a Lazio, club donde ganó dos veces la Copa Italia, dio la vuelta olímpica en la Serie A, se consagró en la Supercopa y, como si fuera poco, obtuvo la Recopa y la Supercopa. La historia continuó en el Parma: en ese equipo también ganó el torneo local, mientras que en el Inter y Brescia no logró títulos.

Almeyda volvió a la Argentina en 2005 para disputar la Libertadores con Quilmes. Luego, se entrenó en Independiente, pero no se sintió seguro y decidió marcharse al exterior por cuestiones de seguridad. Entonces, recaló en el Lynn de Noruega, donde jugó sólo dos partidos. Posteriormente, se retiró de la actividad profesional, aunque el gerenciador de Fénix le propuso jugar en la Primera C, teniendo en cuenta que el volante vive en Pilar y la categoría es amateur. Sin embargo, el paso fue tan efímero como negativo: disputó cuatro partidos en los que sufrió dos expulsiones.

Su vuelta a River, en agosto de 2009, causó tanta sorpresa como incertidumbre. Ingresó unos minutos en la victoria de La Banda por 4-3 sobre Chacarita y fue titular unos días después en la caída del equipo de Gorosito como visitante, por 1-2 frente a Rosario Central. Poco a poco, comenzó a consolidarse y cuando menos lo imaginaron propios y extraños, Almeyda se transformó en una pieza indispensable, se ganó el brazalete de capitán y realizó los últimos pasos de su carrera con un nivel extraordinario en un jugador de 37 años.

Mostró coraje, amor propio y un despliegue conmovedor en cada batalla. Los hinchas lo terminaron por adoptar como un nuevo ídolo y ahora lo extrañarán en el campo de juego. Aunque lo tendrán ahí cerca, pegado a la línea de cal. Ojalá que el Pelado sea clave para el resurgimiento como lo fue en estos dos últimos años. Ahora como nuevo técnico millonario.

Mirá las mejores fotos de Matías Almeyda con la camiseta de River Plate

Todo lo que hay que saber sobre la vida futbolística de Almeyda
Trayectoria completa: nueve equipos. River, Sevilla, Lazio, Parma, Inter de Milan, Brescia, Quilmes, Lynn, Fénix y River.
Número oficiales: 370 partidos - ocho goles. Fue expulsado siete veces entre el fútbol argentino y los certámenes sudamericanos.
Con River Plate: 162 encuentros oficiales, sumando locales e internacionales, con cinco tantos. Siete rojas.
Selección Argentina: 40 partidos, un gol. Participó de los mundiales en Francia 1998 y Corea-Japón 2002. También disputó 13 encuentros en las juveniles.
Títulos: 11. Torneo Apertura (1993, 1994 y 1996), Copa Libertadores 1996, Copa Italia (1998, 2000 y 2002), Supercopa de Italia (1998), Recopa de Europa (1999), Supercopa de Europa (1999) y Liga de Italia (2000). Además, obtuvo la Medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.

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