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| ¿SI O NO? El delantero francés reconoció que no se siente ídolo de River. |
Llegó a River hace tan solo 9 meses y en solo un par de partidos se adueñó del corazón de la gente. Esa de la que formó parte durante su adolescencia, cuando su fanatismo por La Banda lo llevaba a ser un hincha más en las tribunas del Monumental.
Es cierto, gran parte de ese cariño repentino estuvo signado por su condición de estrella del fútbol europeo y por ser nada menos que un campeón del mundo. No suele ocurrir que los jugadores de renombre mundial bajen de su pedestal para jugar por estas tierras.
De hecho, si ni siquiera ocurre con muchos de aquellos que surgieron del club, menos se iba a esperar que un goleador implacable viniera por amor a una camiseta que jamás vistió.
Aunque también es cierto que Trezeguet acompañó toda esa expectativa inusitada con goles y más goles. En apenas 27 partidos convirtió 15 tantos. Impactante. Pero además, apareció justo cuando el equipo de Almeyda empezaba a caer en la B Nacional y -a sus 34 años- se terminó convirtiendo en un estandarte del River que regresó a Primera.
Entonces pasó de ser Trezeguet a Rey David, a la capitanía y a ser el primer ovacionado cada vez que el equipo salta al campo de juego. El "olé, olé, olé, olé, David, David", ya tronó con fuerza por un Monumental que va camino a atesorarlo como propio, como un jugador nacido en el mítico verde césped.
Aun así, el propio Trezeguet manifestó que todavía no se siente ídolo. No por falta de reconocimiento, al contrario, sino por la trayectoria y los títulos que lograron grandes glorias del club, como Alonso, Francescoli y Ortega.

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